viernes, 9 de junio de 2017

Pilares de la bibliotecología chiapaneca

Por Alberto Alejandro Cano Coutiño

Las bibliotecas y los centros de documentación son indispensables para que los ciudadanos puedan disfrutar de una mejor calidad de vida y un desarrollo óptimo en los niveles económico, social, cultural y educativo. En la misma medida en que los pueblos dispongan de los recursos y servicios de información y los utilicen convenientemente, se verá reflejado en ellos el progreso, el desarrollo individual y colectivo.


Es por eso, que en esta columna deseamos resaltar a los que han forjado el desarrollo de las bibliotecas en Chiapas, tal es el caso del  Maestro Arquímedes Rosemberg López Roblero, oriundo de la ciudad de Motozintla; el pasado 20 de febrero recibió de manos del rector de la Universidad Autónoma de Chiapas, Carlos Eugenio Ruiz Hernández un reconocimiento por su amplia trayectoria y aportación al desarrollo de la bibliotecología en el estado de Chiapas; ya que uno de sus mayores méritos ha sido el ser fundador y director de la Biblioteca Central Universitaria.   Así mismo, su incansable trayectoria en el fomento de la profesión bibliotecaria lo llevó a proponer cursos, seminarios y talleres de capacitación, los cuales impulsó desde sus funciones como director de la Dirección de Desarrollo Bibliotecario de la UNACH. Además de ser catedrático en la Licenciatura de Bibliotecología y Gestión de Información,  actualmente funge como coordinador académico de la misma.

Es egresado del Instituto Politécnico Nacional como ingeniero químico industrial, cuenta con una maestría en bibliotecología por la UNAM y además es maestro en educación superior por la Universidad Autónoma de Chiapas.  En la Ciudad de Tuxtla Gutiérrez dirigió la Dirección de Desarrollo Bibliotecario de la Universidad Autónoma de Chiapas,  fue director del Sistema Bibliotecario de la Universidad de Quintana Roo, se desempeñó como director de la Biblioteca del Centro de Estudios Avanzados de la Universidad Autónoma de Chiapas,   fue además director de la Red Estatal de Bibliotecas Públicas del Estado de Chiapas del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes, Director del Centro Universitario de Información y Documentación de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas.


López Roblero, explica que en 1982, como consecuencia de la implementación del Programa Nacional de Bibliotecas Públicas, por las autoridades gubernamentales: el presidente de la República Miguel de la Madrid Hurtado, Miguel González Avelar, secretario de educación pública y Ana María Magaloni, directora general de bibliotecas, se dieron las condiciones para construir en el estado de Chiapas, la Biblioteca de la UNACH. En esos momentos el estado era gobernado por el general Absalón Castellanos Domínguez y el secretario de educación era Javier López Moreno.

El terreno de 28 mil metros cuadrados, en donde se encuentra la Biblioteca Universitaria, fue donado por don Carlos Maciel Espinosa, una de las condiciones del donante fue cuidar el medio ambiente del lugar, conservando las plantas y los árboles, a fin de no convertir el sitio en un lugar dominado por el cemento y el concreto.


El seis de diciembre de ese año, se inicia la construcción formal del edificio, con la colocación de la primera piedra por el rector Morales Constantino. En febrero de 1984, se inician los trabajos de adquisición y organización de los libros, además de la contratación y capacitación de personal.

Por fin el 20 de febrero de 1985, el presidente de la República Miguel de la Madrid Hurtado inauguró la Biblioteca Central de la UNACH. Acompañado por el secretario de Educación Pública, Jesús Reyes Heroles, por el gobernador del estado Absalón Castellanos, entre otros.
El equipo de trabajo con que inició, el Mtro. Arquímedes, las labores de la biblioteca universitaria fueron: Armando Altamira Rodríguez, Ricardo Botello Cortez, René Arjón Castro, Herlinda Hernández Aguilar, Carlos Salazar Gómez, Roberto Valenzuela Valdés, Beatriz Orantes Salinas, Romeo Díaz Abadía, Abraham Domínguez Espinosa (q.e.p.d.), Cutberto Díaz de la Cruz; Maricela Betanzos Reyes, Magnolia Solís, Guadalupe Barrera Galán, Delmar LLaven, Fulvia Córdova Ramos, María Miceli, Rolando Riley Corzo, Rosana López Alfaro, Guadalupe Mandujano, Mario Toledo Peña, Jorge Salinas, Luz María Camas.


Para terminar, López Roblero alude a dos párrafos del discurso inaugural leído por Heberto Morales:
"Somos herederos de los chiapanecos que escribieron en la roca su historia, que se ve desde el infinito, y en honor de esos hombres se han levantado estas nuevas pirámides que albergan un gran acervo cultural que servirán para una formación de lo que será el futuro de Chiapas”.
"De esta biblioteca, parteaguas de nuestra historia, brotará la nueva universidad, que quizá ninguno de nosotros conocerá. Las generaciones que vengan, Irán presentándose poco a poco, respondiendo al esfuerzo de sus maestros y orientadores de que el centro de su vida académica tendrá que ser la biblioteca. Descubrirán por si mismos la verdad de que se puede tener una gran biblioteca, sin universidad, pero jamás una gran universidad, sin una gran biblioteca".

acout600@hotmail.com

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