A lo largo de su carrera Julio Scherer se distinguió no solo por una gran capacidad crítica y un notable olfato periodístico, poseía también una prosa sólida, una destreza narrativa sin pirotecnia y certera a la hora de informar sin desestimar el compromiso con el lenguaje. Recordamos a continuación cuatro títulos seminales de su trabajo, donde se nota su dominio de la entrevista, el reportaje, la crónica y el testimonial. Cada uno de estos libros reflejan en buena medida, la aguda mirada de un hombre indispensable para entender el México contemporáneo.
Vivir. Grijalbo.
Con prosa breve pero intensa, encendida, Vivir es el recuento de diversos episodios cuyo velo descorre Julio Scherer García para que el lector pueda asomarse a las profundidades del tiempo, la amistad, el amor y las ausencias. Viaje intimista y crítico al centro de pasajes compartidos con personajes de la vida pública y del poder político y económico, en una urdimbre de destinos y caminos que coinciden, se separan, se reúnen y concluyen. Testimonio del uso y abuso de influencias y disyuntivas que enfrentan al ser humano en su más recóndito fuero.
En estas páginas confluyen el niño que descubre pequeños misterios que lo acompañarán toda la vida. El novel y ávido periodista de Excélsior , el joven esposo, el fundador de Proceso y el protagonista de momentos no narrados hasta hoy, como el relevo generacional del seminario que concluiría con la escisión del equipo editorial.
Los presidentes. Debolsillo.
El periodista hace un recuento de sus conversaciones, encuentros y desencuentros con los protagonistas del poder en México, en este caso los presidentes priístas Díaz Ordaz, Echeverría, López Portillo y De la Madrid. A partir de estos registros memorables y de su excepcional conciencia periodística, la obra se presenta como un ejemplar ejercicio de periodismo y literatura, crónica y memorias, reportaje y testimonio. Pero no sólo eso: en su momento -1986- provocó una verdadera conmoción, tanto para los protagonistas del poder como para los lectores, quienes lo convirtieron en un clásico.
La terca memoria. Debolsillo.
Scherer García afronta y expone de manera honesta y puntual algunos de los momentos cruciales de su vida. Para hacerlo recurre a las armas que domina: la sinceridad, la honradez, la información, el reportaje y la crítica.
Desde el yo literario que no es presuntuoso ni sencillo, vigoroso o agresivo, pero que siempre es vulnerable Julio Scherer García reportea sus propios recuerdos, documentándolos con rigor y sometiéndolos a un enjuiciamiento implacable. En La terca memoria, saltando de manera caprichosa a través del tiempo, el lector acompañará al periodista a desconocidos parajes donde conviven políticos, empresarios y políticos.
Máxima seguridad. Debolsillo.
Caro Quintero, ‘el Mochaorejas’, el general Gutiérrez Rebollo, Mario Aburto y otros reclusos famosos de los penales La Palma y Puente Grande, hablan con Julio Scherer, quien consigue que le digan lo que nunca imaginaron poder decir. Fiel a su estilo agudo y crítico, el periodista articula relatos atemporales. En Máxima seguridad se exploran los horizontes carcelarios: su horror, sus carencias, el abuso y la suciedad. Un viaje tormentoso, sinuoso, traumático donde el lector es quien tiene la última palabra. Aristegui Noticias.
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