Por Juan Miguel Palma Peña.- Las manifestaciones documentales son expresiones culturales a revalorar, útiles para la sociedad actual en términos educativos, informativos e históricos. Los elementos sociales como la educación, las bibliotecas, la información y las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) se consideran factores integradores de una educación sobre patrimonio documental para la sociedad y en el campo de estudio de la bibliotecología. La educación sobre patrimonio documental sustenta una base educativa flexible y propositiva relacionada con manifestaciones documentales a desarrollar tanto para bibliotecas públicas que poseen un acervo considerado patrimonio cultural como para bibliotecas universitarias especializadas que tienen como objeto de estudio las expresiones informativas.
En el estadio social del siglo XXI se considera al patrimonio cultural como símbolo de conciencia histórica, avance cultural y apoyo al desarrollo sostenible, ya que en un mundo globalizado se requieren acciones culturales para que la sociedad conozca y sea sensible a las expresiones socioculturales producidas histórica y contemporáneamente, con la finalidad de fortalecer el lado humano de la globalización.
Se considera que “el patrimonio cultural apoya el desarrollo sostenible de la sociedad, porque ante los procesos globalizadores y el vertiginoso avance de las TIC en las áreas del conocimiento y las actividades humanas, el patrimonio es revalorado por su potencial para la producción y el fortalecimiento de identidades culturales, para preservar representaciones culturales, para conservar la memoria impresa y digital, entre otros aspectos, que a su vez, promueven conciencia y responsabilidad en los ciudadanos sobre sus entornos socioculturales”. (Palma, 2013, p. 70)
En términos generales, el patrimonio documental de la humanidad es relevante para la sociedad por su capacidad para conformar identidades, proporcionar conocimientos sobre el pasado, así como permitir construir el presente y planear el futuro.
Particularmente, el patrimonio documental en el siglo XXI adquiere interés por ser objeto de investigaciones multidisciplinares; no obstante, dichos análisis se han centrado principalmente en la contemplación y el tratamiento para la preservación de aquel conjunto.
En la actualidad se considera que algunas acciones culturales para que la sociedad conozca y aprecie la memoria informativa están relacionadas con procesos educativos, informativos e interpretativos, con el fin de que los ciudadanos comprendan aquel conjunto como un bien social y bien compartido de la humanidad, útil para la toma de conciencia y el fortalecimiento de identidades, dado que el patrimonio documental es depósito de significaciones sociales, materiales, históricas e informativas.
Educación, bibliotecas y las TIC Al considerar al patrimonio documental como un objeto de estudio multidisciplinario, dicho conjunto es sujeto a transversalizarse para su análisis con elementos sociales como la educación, las bibliotecas y las TIC. Al respecto, la educación es un proceso de la humanidad que le corresponde por derecho a los individuos. Por tanto, se plantea que los procesos de enseñanza-aprendizaje permitirán asegurar la permanencia del patrimonio a través de formación de valores, estrategias de aprendizaje, vínculos con las bibliotecas, entre otros aspectos. De ahí la idea de articular una educación sobre patrimonio documental de la humanidad. Por su parte, el advenimiento y la aplicación de tecnologías informáticas como herramientas de apoyo para actividades y funciones sociales, replantearon la dinámica de los entornos educativos en consonancia con las necesidades de la sociedad del siglo XXI. En este sentido, una necesidad latente en dicho estadio es tener acceso a la información en todas las formas posibles y para dicha tarea las TIC tienen influencia significativa, por lo que la convergencia entre tecnologías y acceso, entre medios y acciones, son mecanismos que se conjugan de forma pertinente para los fines de una educación sobre patrimonio. En la perspectiva informativa se plantea que las bibliotecas son elementos sociales que a través de servicios y recursos potenciarán la acción de formar e informar con base en el acceso, la difusión y el usufructo del patrimonio documental.
La educación sobre patrimonio documental es un campo de conocimiento que se encuentra en fase de construcción y es sujeto a tratarse teórica y pragmáticamente —casi por regla— por áreas humanísticas y sociales, tales como: Sociología, Historia, Filosofía, Cultura, Política, Bibliotecología, entre otras.
Una disciplina de estudio en la que el tratamiento del patrimonio documental tiene su eclosión es la bibliotecología, área de estudio relacionada con aspectos sociales, educativos y culturales, y cuya premisa principal es que la información y su tratamiento es por y para la sociedad, y que a partir de su organización y difusión se potenciará la posibilidad de que los integrantes de la sociedad tengan acceso a ella y la utilicen.
El patrimonio documental como objeto de estudio bibliotecológico ha sido tratado principalmente en aspectos materiales, históricos y de organización, por lo que para el establecimiento de una educación sobre patrimonio documental se requiere transversalizar teórica y pragmáticamente la memoria informativa con elementos como sociedad, educación, bibliotecas y las TIC.
El objetivo principal de una educación sobre patrimonio será que los ciudadanos conozcan, usufructúen, difundan y salvaguarden el legado documental, y que por el acceso a la memoria informativa construyan conocimientos significativos sobre aquel conjunto.
La educación sobre patrimonio documental pretende que ésta sea una propuesta informativa y formativa flexible que pueda realizarse en entornos de aprendizaje presenciales y digitales con modalidades de enseñanza-aprendizaje dinámicas, impulsar la toma de conciencia histórica y contemporánea, valorar el patrimonio, así como beneficiar a los ciudadanos con el acceso y la difusión del mismo.
La visión que se propone para la educación sobre patrimonio es que con base en la información, la reflexión, la investigación, el autodidactismo, el diálogo y la disertación, se analice multidisciplinariamente el patrimonio tanto en contextos universitarios como en espacios públicos.
La educación sobre patrimonio documental se propone inicialmente para atender dos comunidades: 1) La estudiantil, de la disciplina bibliotecológica, para inducir el análisis del patrimonio documental como objeto de estudio y apoyar el tratamiento de aquel conjunto en planos profesionales, y 2) Un público general a quien acercar, valorar y transmitir la significación de aquellas expresiones.
Al ser múltiples los campos de acción en los cuales puede llevarse a cabo una educación sobre patrimonio documental, se consideran teóricamente dos contextos: 1) Bibliotecas universitarias especializadas para usuarios en Humanidades, y 2) Bibliotecas públicas para público en general. Paralelamente, el proceso educativo podrá realizarse tanto en bibliotecas que posean documentos considerados patrimonio, así como tratar el patrimonio documental como objeto de estudio.
La educación sobre patrimonio documental tiene como supuesto general considerar que los efectos globales del siglo XXI han puesto de manifiesto la necesidad de que la sociedad revalorize los bienes culturales, entre los cuales se encuentra el patrimonio documental, con el fin de sustentar el lado humano del estadio social actual; una educación sobre patrimonio documental y sus elementos integradores contribuirá al desarrollo de sociedades humanizadas, formadas e informadas.
El núcleo metodológico —teórico y pragmático— para desarrollar una educación sobre patrimonio documental se estructura en tres apartados:
1.- Delimitar aspectos teóricos de una educación sobre patrimonio documental..
2.- Vincular la educación sobre patrimonio documental con las TIC.
3.- Determinar la pertinencia de las bibliotecas universitarias como marco para el desarrollo
La propuesta metodológica expuesta para el desarrollo de una educación sobre patrimonio busca que, mediante procesos racionales e informativos sobre manifestaciones informativas, se potencie en los ciudadanos la transición de la observación contemplativa hacia la racionalidad interpretativa sobre las mismas.
Consideraciones finales En el plano general, la conjunción de elementos sociales como la educación, los valores sociales y patrimoniales, los derechos culturales, las bibliotecas universitarias especializadas, las bibliotecas públicas, los servicios y los recursos de información, se articulan para estructurar el corpus teórico, procedimental y actitudinal para cristalizar una educación sobre patrimonio documental en función de los intereses y las necesidades de los ciudadanos contemporáneos.
De acuerdo con el análisis de la estructura metodológica, aquellos elementos centrados en la aplicación de tecnologías en la educación sobre patrimonio se articulan para impulsar espacio-temporalmente el acceso a las manifestaciones, el ejercicio de valores sociales y patrimoniales, la valoración de la cultura en general, el apoyo a las actividades de aprendizaje, la difusión de información, el fomento de perspectivas simbólicas, mediadoras e informativas, para fortalecer la secuencia: conocer, comprender, respetar, valorar, cuidar, disfrutar y transmitir el patrimonio documental.
Aproximarse teóricamente a la pertinencia social, cultural, educativa e informativa de bibliotecas universitarias especializadas y bibliotecas públicas para fortalecer la educación sobre patrimonio documental evidencia que en dichos entornos —mediante servicios y recursos de información— sustentan, comunican, socializan, difunden y preservan las manifestaciones informativas con fines educativos, culturales y tecnológicos, para que el patrimonio documental sea conocido, apreciado, valorado, transmitido, estudiado y, finalmente, conservado.
En suma, los aspectos considerados para el sustento de una educación sobre patrimonio documental de la humanidad argumenta que el patrimonio informativo es objeto de estudio multidisciplinario, que requiere valoración social y patrimonial para determinar su significación, con base en acciones informativas y formativas; por medio de la socialización de las expresiones informativas, y a partir de servicios de información se promueve el acceso y difusión de datos en bibliotecas para fortalecer e impulsar la visibilidad y el usufructo de recursos de información sobre patrimonio.- See more at: http://www.educacionyculturaaz.com/cultura/la-educacion-sobre-patrimonio-documental-para-la-sociedad-del-siglo-xxi/#sthash.bzHb25sx.dpuf
No hay comentarios.:
Publicar un comentario