El Universal.- “Las mujeres, como individuos, son muy necesarias, y pueden parecernos admirables, fascinantes, incomprensibles, insoportables, etc. Consideradas como grupo social, en cambio, resultan desafortunadas y ligeramente patéticas”, se escucha decir al escritor mexicano Jorge Ibargüengoitia en la voz de una estudiante que llegó hasta la Sala de Lectura montada en la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil, para unirse al festejo por el Día Nacional del Libro.
Ayer, 12 de noviembre, se celebró el día del libro, establecido por decreto presidencial en 1979 para conmemorar el natalicio de Sor Juana Inés de la Cruz; la celebración fue especialmente pensada para rendir homenaje a Jorge Ibargüengoitia, quien murió el 27 de noviembre de 1983.
Para recordarlo, el Programa Nacional de Salas de Lectura del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes organizó lecturas en voz alta del libro Sálvese quien pueda, una antología que reúne varios textos satíricos y humorísticos del narrador mexicano nacido en 1928.
Los relatos y crónicas que hablan de mujeres, niños, crucigramas, casas prestadas, tacos, tortas, abrigos, festejos cívicos y conquistadores, sin olvidar las borracheras, las conspiraciones y las tardes en París, fueron leídos por narradores orales, escritores, estudiantes y lectores de todo el país, quienes entre 11 y las 18:30 horas, se dedicaron al placer de leer en voz alta al escritor Jorge Ibargüengoitia.
En Paralibros —pequeños estantes instalados en paradas de autobús—, en los 12 Centros de Lectura que hay instalados en la ciudad de México y en entidades como Chihuahua y Tamaulipas, y en las Salas de Lectura que hay a lo largo y ancho de toda la República Mexicana, los lectores y admiradores recordaron a través de su obra al escritor guanajuatense.
En el Centro de Lectura instalado en la Feria, entre libros para todo público, sobresalían Sálvese quien pueda —edición especial por el Día Nacional del Libro realizado por la Asociación Nacional del Libro— y Los relámpagos de agosto —en edición especial para las Salas de Lectura—, que se regalaron a todos los asistentes al homenaje.
En punto de las 11 horas, Jesús Heredia, coordinador nacional de fomento a la lectura del Programa Salas de Lectura, dio la bienvenida a un “sencillo homenaje” al escritor mexicano; durante todo el día, alumnos y alumnas de distintas escuelas de la ciudad, lectores y visitantes a la 33 Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil se fueron acercando a leer algunas página cargadas del humor inteligente de Jorge Ibargüengoitia.
“Hace algunos meses fui al supermercado y compré, entre otras cosas, unos chamorritos de ternera para hacer osso buco. Cuando terminé mis compras llegué a la caja y mientras la empleada marcaba los precios y hacía la suma, noté con horror que un niño que estaba con su madre en la caja de junto, cogía los chamorritos de ternera que estaban en mi cuenta y se disponía a agregarlos al montón de cosas que había comprado su madre”, leyó en voz alta una mediadora de lectura; se trata del inicio del relato “Lucha desigual”, de Jorge Ibargüengoitia.
Poco a poco, visitantes de la feria se dejaron seducir por las voces y las historias tan humorísticas que escuchaban, así fueron entrando a los paraísos propuestos por el narrador mexicano que iluminó la cotidianidad de los mexicanos.
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