miércoles, 9 de octubre de 2013

Incierto, futuro de la FIL Zócalo


cultura@eluniversal.com.mx   Apenas 30 segundos antes de sentarse a ofrecer la conferencia de prensa para dar los detalles finales de la XIII Feria Internacional del Libro del Zócalo, que arrancaría el viernes, Paloma Sáiz, la coordinadora del programa literario y enlace con editores, se enteró que la disposición del gobierno capitalino era posponer el encuentro librero en el que participarían 208 escritores, 17 extranjeros, 200 editoriales y 350 sellos literarios nacionales e internacionales.

 La decisión, que fue anunciada por la secretaria de Cultura del DF, Lucía García Noriega, fue tomada a las ocho de la mañana de ayer por el Gobierno del Distrito Federal con el fin de mantener el centro de acopio que instaló hace tres semanas en el zócalo. El argumento fue que México atraviesa por una emergencia provocada por los huracanes “Ingrid” y “Manuel”, en varias entidades, entre ellas Guerrero. 

Poco importaron los recursos y el trabajo invertidos para una feria que el año pasado representó una inversión de 5 millones de pesos para la Secretaría, y que recibió a un millón 200 mil visitantes. Por la mañana, el jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, indicó: “Mientras esté el tema de la ayuda, mientras se siga con esta situación, va a continuar el zócalo en este tema. El secretario de Gobierno (Héctor Serrano) habló con la secretaria de Cultura, ella ya está enterada”. 

La decisión contrasta con la tomada por el gobierno guerrerense de mantener dos encuentros literarios: la Feria del Libro de Acapulco, que se realizará del 15 al 19 de octubre, y el Festival del libro y la Palabra “Acapulco en su tinta”, del 23 al 29 de octubre. La noticia fue cuestionada en redes sociales y provocó el asombro de editores, escritores y de la encargada de delinear el programa que se realizaría entre el 11 y el 20 de octubre. Además de la conferencia que ofrecerían ayer, por la tarde comenzarían a montar carpas y stands para recibir a los miles de libros que se pondrían a la venta, como desde hace 12 años. Paloma Sáiz dice que la ciudad pierde mucho al no tener la feria del zócalo. “Si se posponen las fechas de la feria tendríamos que pensar que sea una cosa muy cercana y que podamos rescatar algunos de los eventos o tendríamos que volver a programar toda la feria”. Dijo que hay poca sensibilidad en lo que es la cultura y su importancia en estos momentos: “Sin menospreciar para nada que el zócalo era un centro de acopio, podíamos convivir con él o se podía ir a Santo Domingo; no es una cosa por la otra; sin embargo en estos momentos para el gobierno del Distrito Federal sería muy importante hacer esta feria del libro justo en el Zócalo”. 

Editores esperan la reprogramación, Paloma Sáiz la cuestiona porque hacer una feria implica mucho trabajo, no es cosa de un mes o unos días y las agendas de los autores invitados están apretadas. García Noriega lo ve como “empezar de cero, el programa de una feria lleva por lo menos dos meses de trabajo. No podemos empezar a tomar decisiones mientras no sepamos cuál es la situación de cada uno de los que participan en la realización del encuentro”. Sáiz califica la decisión de “una puñalada trapera”, dice que tenían un súper programa, el más importante de su historia, con grandes escritores extranjeros y nacionales y con una programación variada desde mesas redondas, tertulias, presentaciones de libros, narraciones, charlas. “Ya teníamos todo listo, boletos de avión comprados, faltaban unos días y hoy avisan que no por emergencia, y que el zócalo tiene que seguir siendo centro de acopio. Debería haberse movido o podríamos haber convivido”.

 El costo de reprogramar Cuando Lucía García Noriega recibió la instrucción de cancelar la Feria se asombró pero no la cuestionó, pues la emergencia nacional es “10 mil veces más grave” que cancelar una feria de libro. “La emergencia nacional es de tal magnitud que entiendo perfectamente que esté el centro de acopio” y añade que “todo el equipo (que realiza el encuentro) ha recibido un trancazo en el estómago, pero eso no viene a cuento (ante la emergencia)”. 

Tampoco importan las consecuencias económicas que traerá consigo la posposición. “No tengo el dato, ¿por qué? Porque hay que sacar los pesos y los centavos. Todo sigue vigente pero hay cosas que no se van a poder reutilizar, por ejemplo el programa de actividades. ¿Cuánta gente de los invitados internacionales quiere venir en otra fecha? No lo sé, hay que hablarles para ver si podemos cambiar los boletos o qué va a pasar”, explicó la funcionaria del DF. Porfirio Romo, editor y encargado de Ferias de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), asegura que la del zócalo es la feria más populosa de México y aunque espera que se reprograme, sabe que son muchas las complicaciones, pues noviembre y diciembre son meses con muchas ferias de libro en el país, incluidas la de Guadalajara, la Infantil y Juvenil, la de Monterrey y la de Oaxaca. Pero además, si se empata con otra generaría un incremento de gastos pues los editores deberán pagar un segundo equipo de colaboradores para ello. “Deseamos que esta feria se lleve a cabo porque ha representado, en términos estadísticos, la venta de cerca de 200 mil ejemplares, que es la cifra del año pasado y la que ha fluctuado en los últimos años”, afirma Romo, quien agrega que es una feria barata en compra de piso, cuesta un cuarto de lo que cuesta la FIL de Guadalajara. 

Aun sin dar cifras de ventas o probables pérdidas, gente de editoriales consultadas, como Santillana y Random House Mondadori, se extrañan ante la noticia, dicen que no han recibido ningún anuncio oficial, confían en que se reprograme, pero no en fechas de otras ferias. Mayra González, de Grupo Santillana, dice que es una feria que no implica grandes gastos pues los autores suelen ser locales, lo complicado será encontrar otro lugar en la agenda de los autores nacionales e internacionales. 

El escritor Fabrizio Mejía Madrid dice que el aplazamiento implica una suspensión inevitable; ante la situación, invita al público a acudir el viernes a las 12 del día al zócalo para intercambiar algunos libros. Carolina Peña, coordinadora de Vinculación de la Secretaría de Cultura, confía en reagendar la visita de los 17 escritores extranjeros o en caso contrario pedirles que viajen a la ciudad de México, como estaba previsto, para que dicten su conferencia o presenten su libro en algún espacio de la ciudad de México.

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