miércoles, 22 de mayo de 2013

Juan Rulfo




Juan Rulfo, uno de los escritores más influyentes del siglo XX, cuyo verdadero nombre era Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno, vio la primera luz en Sayula, Jalisco, el 16 de mayo de 1917, en el seno de una familia acomodada que perdió todo cuanto poseía durante la Revolución.

Durante su infancia, Rulfo vivió en San Gabriel donde atestiguó luchas religiosas, como la “Guerra de los Cristeros”; pronto perdió a su padre y a su madre por lo que fue recluido en un internado en Guadalajara. De ahí que algunos de sus relatos tengan como figura principal a la muerte.

La vida y obra del escritor estuvieron marcadas por la desolación, el dolor y su estrecho vínculo con la soledad, convirtiéndose en un hombre de carácter triste, sensible, retraído, romántico y observador.
Rulfo se trasladó al Distrito Federal en 1935, no muy convencido sí en busca de una forma de vida. Su familia lo incitó a estudiar Leyes pero al fallar los exámenes correspondientes, se dedicó a trabajar.

Se desempeñó como agente viajero y vivió un sinfín de experiencias en los pueblos que visitó, lo cual alimentó parte de su obra literaria. Sus viajes por diversas zonas de México le permitieron estar en contacto con etnias apartadas que aún conservaban sus tradiciones.
Se sabe que Rulfo llevaba una vida muy bohemia. Pasaba sus noches tomando café y se dormía muy entrada la madrugada. Gustaba de leer a Goethe, Cervantes y Tolstoi, entre otros. Disfrutaba escuchar música clásica, practicar alpinismo y caminar incansablemente.

Gracias a dos becas otorgadas por el Centro Mexicano de Escritores, Rulfo logró publicar “El llano en llamas” en 1953, que recoge sus mejores relatos elaborados con una prosa expresiva que refleja la realidad de los campesinos de su tierra, traspasando la mera anécdota social.
Dos años más tarde, en 1955, publicó lo que se convirtió en su obra más conocida, “Pedro Páramo”, novela que sigue generando interés de lectores y académicos por igual.

Según la crítica, en esta novela logró interiorizar de manera más puntual la realidad de su país, fusionando en un mismo universo misterio y realidad, obteniendo como resultado una de las mejores obras de la literatura contemporánea de Iberoamérica.

De la pluma de Rulfo nacieron textos como el guión cinematográfico “Paloma herida”, la novela corta “El gallo de oro”, cuentos como “Nos han dado la tierra”, “Macario”, “La vida no es muy seria en sus cosas” y “Diles que no me maten”, por mencionar algunos.

El prominente escritor jalisciense obtuvo varios premios durante su carrera, por ejemplo el Villaurrutia en 1956, el Nacional de Literatura de México en 1970, el Príncipe de Asturias de España en 1983 y fue elegido miembro de la Academia Mexicana de la Lengua en 1976. 

Falleció el 7 de enero de 1986, en la Ciudad de México.

Fuente: elsiglodetorreon.com.mx

No hay comentarios.:

Publicar un comentario