martes, 30 de septiembre de 2014

Elva Macías festeja su 70 aniversario entre sonetos y e imágenes





Laura Embriz.- Para Elva Macías la poesía es una realidad paralela, un género que escoge al autor para convertir lo trascedente y cotidiano en arte.

En su presentación para festejar su 70 aniversario, reveló que los últimos años de vida de un poeta son los más fructíferos, ya que las palabras están más presentes acompañando los viejos recuerdos y pensamientos del ayer.

En entrevista exclusiva para El Heraldo de Chiapas afirmó que se encuentra escribiendo más que nunca y le hace feliz permanecer a lado de su compañero de vida y cómplice poeta, Eraclio Zepeda.

El Homenaje
Una sola mesa formaba parte del homenaje a esta musa de las palabras, en con compañía de sus amigos escritores José María Espinasa, Claudia Hernández e Claudio Isaac se inició ese dialogo profundo de lo que ella ha dado como artista, como mujer, como poeta.

De esa forma el Jaime Sabines se convirtió en el recinto donde las palabras se convertían en imágenes, en recuerdos, en versos, en una semblanza de sonetos.

Cada uno de ellos dirigió un discurso en conmemoración de lo que es esta trascedente poeta chiapaneca ha hecho, en cómo ha dejado huella en la historia literaria de nuestro país e incluso del mundo.

Claudio Isaac, cineasta de TV UNAM afirmó que el conocer a Doña Elva, le ha dejado un buen sabor de boca, al ver como ella es un ser completamente renovado, además de estar orgulloso por escribir el Prólogo de su libro "Caravanas de Riesgo" que en una sola frase engloba a un poeta lleno de imágenes.

José María Espinasa, poeta señaló que la obra de Elva Macías, es de una alta calidad humana que se puede ver reflejado en sus 54 años de ejercicio poético.

Caravanas de riesgo
Cinco años aproximadamente fue el tiempo que llevo a Elva Macías, la creación de "Caravanas de Riesgo" ella describe que es un libro lleno de fechas, al principio un calendario que iba a traer los recuerdos del ayer, entremezclados con los discursos del ahora.

Verano, Tres trenes, Veraniega fueron algunos de los poemas que ella leyó al público, con una sonrisa y detalles específicos que la impulsaron a escribir cada uno de estos sonetos.

Moscú y Pekín fueron las ciudades que los recuerdos impulsaban a la pasión de la artista para convertirlos en oraciones que detallaban el amor, el deseo, la admiración e inclusive la vida misma.

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