Milenio.- El Distrito Federal (DF), pese a
ser la segunda entidad con mayor número de habitantes (poco más de 8
millones 800 mil, de acuerdo con el Censo del INEGI de 2010), es la
quinta en cuanto a cantidad
de bibliotecas, pues con sus 408 está detrás del Estado de México,
Puebla, Tabasco y Veracruz, según el Atlas de Infraestructura Cultural
del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
Por lo anterior, múltiples son los retos que buscan responder
desde el Gobierno del Distrito Federal (GDF), y de ahí la decisión de
crear una Dirección General de Bibliotecas, dependiente de la Secretaría
de Educación, entre cuyas primeras tareas estuvo la elaboración de un
diagnóstico no solo para tener el dato exacto del número de bibliotecas,
sino para conocer sus acervos y cuál es su relación con la comunidad.
Así, de las 408 bibliotecas que hay en el DF, 269 son administradas
por las delegaciones respectiva, 44 pertenecen a alguna entidad del GDF y
el resto es administrado por la Federación o instituciones y
fundaciones privadas.
A finales de 2012 se elaboró el estudio,
con mil 200 cuestionarios aplicados en las 16 delegaciones, del cual se
obtuvo que los habitantes del DF, si bien consideran que es poco el
tiempo libre que tienen, 33 por ciento prefiere ver televisión que ir a
una biblioteca, lo que hace apenas 2 por ciento de los capitalinos.
De acuerdo con la directora general de Bibliotecas del DF, Carmen Pérez Camacho, cuando las personas en la Ciudad de México piensan en palabras como “lectura” o “lector”, solo 8 por ciento las relaciona con bibliotecas.
“Más de la mitad de los habitantes de la capital han visitado una
biblioteca (62 por ciento), pero 33 por ciento tiene más de cinco años
que no ha regresado a una de ellas. Solo cinco de cada 10 personas de
nivel socioeconómico bajo las han visitado.”
A la pregunta de por qué no van a las bibliotecas, las respuestas
fueron: las personas no tienen tiempo, 80 por ciento; 27 por ciento
considera que se encuentra lejos de donde vive, y 23 no sabe dónde están
o no las conoce.
“Hoy que estos espacios pueden ser parte para todos porque no se
cobra el acceso, porque se han incrementado y diversificado los
servicios que prestan, hoy se percibe un cierto abandono y un serie de
problemas que no se han dimensionado”, a decir de Pérez Camacho.
De acuerdo con dicho diagnóstico, Iztapalapa es la demarcación que
cuenta con el mayor número de bibliotecas, en total 67, que representa
16 por ciento, seguida de Miguel Hidalgo, con 12 por ciento, y
Cuauhtémoc, con 8 por ciento; Magdalena Contreras apenas tiene 2 por
ciento.
En el balance desarrollado por la especialista, la apuesta principal
no es sentir nostalgia por lo que se ha perdido, sino despertar el ánimo
suficiente para diseñar espacios entrañables que motiven a la población
a acercarse a los libros.
Consejo Consultivo para el DF
Ante el panorama que encontró la recientemente creada Dirección
General de Bibliotecas del DF, se decidió impulsar la creación del
Consejo Consultivo de la Red de Bibliotecas del Distrito Federal, órgano
que está conformado por personajes como Jaime Labastida Ochoa, Néstor
García Canclini, Felipe Garrido, Eduardo Nivón, Martha Acevedo,
Alejandra Moreno Toscano y Paloma Sáiz Trejo.
La intención es que su trayectoria y su experiencia contribuyan a
definir las políticas en la materia, destacó Mara Robles, secretaria de
Educación del DF, cuando se instaló el consejo, uno de cuyos retos
principales es que sus integrantes no se conviertan solo en asesores de
lujo, sino que se logren estrategias para que los maestros, por ejemplo,
sean los principales promotores de la lectura, contar con un acervo
atractivo en las bibliotecas públicas y adecuar estos espacios frente al
reto que representa la lectura digital.
El Consejo Consultivo de la Red de Bibliotecas del Distrito Federal
acordó una próxima reunión en el marco del Feria Internacional del Libro
de Guadalajara, donde presentarán una propuesta de plan de trabajo a
mediano plazo.
Transformar mentalidades
Dentro de las primeras ideas planteadas por el Consejo Consultivo de
la Red de Bibliotecas se encuentran desde lograr que los niños en las
escuelas lean al menos dos horas al día, hasta la necesidad de
sensibilizar a los bibliotecarios para que sean ellos quienes atraigan a
los lectores, pues ahora no cumplen con esa función.
En uno de los puntos que coincidieron sus miembros fue en la importancia de generar una conexión con las redes digitales, ya que las bibliotecas contemporáneas deben cubrir esta necesidad.
En uno de los puntos que coincidieron sus miembros fue en la importancia de generar una conexión con las redes digitales, ya que las bibliotecas contemporáneas deben cubrir esta necesidad.
También es importante que se conviertan en un espacio vivo, donde se
tenga un acceso permanente a diferentes acervos, no solo en el lugar al
que acuden los estudiantes a hacer sus tareas.
Y, dentro de todo, propiciar la transformación de la mentalidad en
los maestros y padres de familia respecto a la importancia de la
lectura: no es una pérdida de tiempo, sino una oportunidad de desarrollo
personal.
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