jueves, 17 de octubre de 2013

“Reducir recursos a cultura es sacrificar más a un país herido”





La Crónica.- En México cada vez caben menos las metáforas porque nos avasalla la realidad con su incertidumbre y violencia, además tenemos marcadas diferencias sociales y económicas y en este tiempo y entorno, “la cultura puede ser un punto de encuentro y una convocatoria al diálogo verdadero”, aseguró la escritora Ana Clavel, luego de recibir el Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska.

En su discurso, parte de la inauguración de la XIII edición de la Feria Internacional del Libro de la Ciudad de México (FILCM), la autora de Las ninfas a veces sonríen, novela con la que ganó el premio, señaló que “tanto el gobierno federal como los gobiernos estatales no debieran sacrificar sus programas de difusión y apoyo a la cultura. Reducir su presupuesto sería sacrificar aún más a un país herido que precisa encontrar en sus dirigentes una señal clara de voluntad para la reconstrucción social, más allá de intereses políticos y económicos. En lugar de menos, más presupuesto para la cultura. Que vivan los libros”.

Después agradeció el premio que se le entregaba y dijo que gracias a esa mirada singular que tiene la obra de Elena Poniatowska, “podemos reinventar a México y a sus personajes. Por sus libros hemos entrado en esas habitaciones propias, esas invisibles ciudades interiores que constituyen la vida de los otros, lo mismo de figuras conocidas que de hombres y mujeres de la calle, y volverlos próximos, cercanos, íntimos, humanos”.

EN PARTES. Pero la inauguración de esta edición de la FIL del Zócalo, presidida por el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, y la secretaria de Cultura, Lucía García Noriega y Nieto, no estuvo exenta de los accidentes que arrastra desde el anuncio de su posposición.

Ayer,  la ceremonia de apertura de la fiesta de las letras capitalina, que este año reúne a 208 autores y 350 sellos editoriales, fue interrumpida por las protestas de un grupo de residentes de la delegación Gustavo A Madero, quienes exigían al GDF que abriera el Faro Corregidora, ubicado en la primera sección de la colonia San Juan de Aragón.

Mientras en su discurso, Lucía García Noriega señaló que esta edición de la FIL del Zócalo “debe irradiar acciones en favor del libro y la lectura en nuestra capital, con el propósito de cubrir la mayor cantidad posible de territorio y llegar a comunidades con poco acceso a la oferta cultural”.

Y para esto, adelantó que en cooperación con el Sistema de Transporte Colectivo Metro, la UNAM y el Fondo de Cultura Económica, “la institución que preside  generará una oferta de lectura de calidad mediante la tecnología digital para todos los ciudadanos”.

Las protestas y la apertura son dos de las partes que ayer se dieron en la FIL del Zócalo. Pero en el centro de la feria, los stands, también se caminaba en partes. Los sitios destinados a los sellos editoriales se trabajaba para terminar de poner los libros, pendones, mesas y los insumos requeridos para realizar la venta de volúmenes. En las calles laterales de lo que se conoce como la plancha del zócalo, se podían ver camionetas estacionadas de las cuales se descargaban cajas con libros… una feria que iba en partes.

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