martes, 29 de abril de 2014

La producción editorial de estados carece de una eficaz distribución




¿En dónde están los aproximadamente 2 mil 700 títulos que se publicaron a nivel nacional de 2008 a 2013? La distribución de los libros en cada estado se hace de forma gratuita y más del 50% de los mil ejemplares por título se dona a bibliotecas públicas, salas de lectura, escuelas de educación básica y círculos de lectura e institutos de gobierno locales.

La producción editorial no tiene fines lucrativos, aparte del 10% e incluso 30% de las regalías al autor y los que éste puede comercializar, la venta de libros sólo se realiza en ferias del libro, cuando existe una librería dentro de la dependencia cultural o cuando algún título tiene demanda de lectores.

Algunos estados que vía transparencia reconocieron la venta de sus títulos y la generación de un ingreso por tal actividad fueron Baja California Sur, Nuevo León, Sinaloa, Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, Morelos, Tabasco, Yucatán, Jalisco y Estado de México.

Para Sandino Gámez Vázquez, coordinador de fomento editorial del Instituto Sudcaliforniano de Cultura (ISC), los autores que se publican en Baja California Sur no son conocidos al nivel de los autores nacionales, por ello, aparte de promover el valor del patrimonio natural y cultural regional, su oficina busca que la distribución tenga un alcance nacional.

Esa visión la comparten todas las áreas de publicaciones de los 31 estados del país, quienes están interesados en que a través de redes nacionales, como Educal, se promocionen sus libros, en especial, de autores que a nivel local han tenido éxito.

“Existe el tabú de que al publicar un libro, cumplimos nuestra función con los escritores, pero hay autores que tienen éxito y otros que son mal leídos. Con los exitosos, nuestro propósito es que podamos hacer ediciones más amplias para que sean más conocidas y lleguen a más manos”, destacó Arturo Medellín Anaya, director de Publicaciones y Desarrollo de la Literatura de Tamaulipas.

Sin embargo, un panorama que reconoce David Ortiz Celestino, director de publicaciones y literatura de San Luis Potosí, es que toda editorial tiene libros embodegados, situación que en esa entidad piensan abatir con la reducción de tiraje.

En Yucatán, la solución por el titular de la Secretaría de Cultura y las Artes, Roger Metri, y por el responsable de fomento literario y promoción editorial, Jorge Alberto Cortés, es el remate de libros.

“Para no quedarnos con libros en bodegas, damos a 5 o 10 pesos libros en circuitos de ferias del libro. Además, tenemos un programa con una asociación civil, ‘Sembrar un libro’, que consiste en dejar un libro en algún lugar y que un lector se lo lleve y ponga una dedicatoria de por qué recomienda ese libro”, señaló Roger Metri.

METAS Y LOGROS. Algunos ejemplos de entidades que en los últimos tres años han buscado nuevas formas de distribución para tener más lectores y mayor presencia nacional son Baja California Sur, Sonora, Tamaulipas, Campeche, Oaxaca, Nuevo León, Hidalgo y Querétaro.

En 2012 el Instituto Sudcaliforniano de Cultura abrió su primera librería en la ciudad de La Paz y al día de hoy han establecido 22 puntos de venta en cinco municipios y dos en Tijuana. En Nuevo León e Hidalgo, los libros ya se venden por medio de la Red Educal y localmente en librerías.

En Sonora, afirmó Ignacio Mondaca Romero, coordinador de Literatura y Publicaciones del Instituto Sonorense de Cultura, se surten libros a las 145 bibliotecas de la entidad y tienen un convenio con Educal para colocar sus títulos en 100 librerías nacionales.

“Además, estamos en charlas con la librería Gandhi para poner en línea los títulos más recientes, de los últimos 4 años, y que así estén a la venta del público. Es un proyecto también para mudar nuestra capacidad editorial a la perspectiva digital”, añadió.

Tamaulipas está en proceso de dar de alta la editorial del gobierno y paralelamente, suben libros a internet para su descarga. En Campeche, la Secretaría de Cultura han logrado acuerdos con autores y editores para que algunos textos se puedan descargar de una biblioteca virtual y en Oaxaca, a partir de este año, se iniciará el proceso para producir libros en formato digital.

Por último, el fondo estatal de Querétaro está en periodo de evaluación ya que de acuerdo con Ana Cecilia Montilla, directora de educación artística del Instituto Queretano de Cultura, la idea es que puedan ampliar el recurso y las líneas editoriales, “por ejemplo no tenemos publicaciones infantiles y eso nos parece importante para el fomento de lectura en escuelas y con padres lectores”.

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